23 jun 2014

La Primera Guerra Mundial 1914-18. El origen.

Antecedentes del apocalípsis.


     Hace 100 años se originó un conflicto cuyos motivos han sido complejos y numerosos; un cúmulo de acontecimientos provocaron un apocalípsis bélico que supuso una entrada trágica al S. XX para un mundo acostumbrado a las maneras del S. XIX.
      Entre 1871 y 1914 muchos factores fueron desestabilizando el precario equilibrio que había entre las potencias europeas. Los principales fueron el desmedido imperialismo que practicaban dichos países (sobre todo en África), el surgimiento de Alemania como potencia y una rivalidad que abocó en acuerdos y alianzas entre bloques antagonistas, todo ello aderezado por el nacimiento de varios movimientos nacionalistas en el seno de los imperios.





Alemania, nueva potencia europea. 

     La victoria  de Prusia sobre Francia en la guerra de 1871 permitió la unificación de una nueva Alemania y la creación de una nueva potencia en pleno corazón de Europa. El surgimiento de Alemania como potencia contribuyó al aumento de las tensiones entre los estados europeos. El comportamiento germano de querer impulsarse a nivel militar y económico terminó por levantar muchos recelos entre los demás estados europeos, tensando las relaciones diplomáticas.


Francia se rinde ante Prusia, 1871

Bismarck y Guillermo II 






  De 1890 a 1914 la población alemana pasó de 49 a 66 millones de habitantes, acompañando un desarrollo económico sin precedente entonces. Alemania exportaba más acero que Francia, Rusia y Gran Bretaña reunidas, y era el segundo productor de carbón, tras los ingleses. Ese poder industrial permitió la mejora de la capacidad militar de un país que ya tenía de por sí un ejército instruído y bien equipado. Asimismo, la marina de guerra alemana era la segunda más poderosa del mundo, tras la de Gran Bretaña.


     La política exterior llevada a cabo por Otto von Bismarck entre 1871 y 1890 consiguió la firma de varios tratados y alianzas (casi siempre con cláusulas secretas), aunque siempre con el objetivo de preservar el equilibrio europeo. En 1879 se firmó la Doble Alianza con el imperio austro-húngaro, con obligación de ayuda mútua en caso de ataque provocado por la imperialista Rusia de los zares. Además con ello Bismarck tenía la esperanza que los austro-húngaros desviasen su atención de los Balcanes. Más al contrario, los austríacos aumentaron su represión contra los movimientos nacionalistas balcánicos, provocando una indeseada agitación en la región. Italia solicita su inclusión en el acuerdo, que pasa a denominarse la Triple Alianza. En 1887 Alemania firma en secreto con Rusia un tratado que estipulaba la neutralidad rusa en caso de conflicto con Francia y la neutralidad alemana en caso de un ataque ruso al imperio austro-húngaro, así como el apoyo diplomático alemán a la política rusa en los Balcanes. Bismarck afirmaba que esa duplicidad de tratados permitía a Alemania actuar con flexibilidad en frentes diferentes.
    
     Pero a partir de 1897 el Kaiser Guillermo II anuncia su nueva Weltpolitik, "política mundial", justificada por la dependencia de la industria alemana, cada vez más poderosa, de las importaciones de materias primas. Al contrario que la diplomacia maquiavélica de Bismarck, la Weltpolitik incidía en hacer un hueco entre las potencias a la nueva Alemania y adquirir nuevos territorios que tuviesen las necesarias materias primas, casi todos ellos en ultramar. Esta Weltpolitik, llevada a cabo por von Bülow, necesitaba una poderosa fuerza naval que consiguió poner en activo el diligente almirante von Tirpitz. Esto y la ambición alemana de incrementar su imperio colonial despertaron los recelos de franceses y británicos, desembocando en unas tensiones que, sumadas a otras, llevaron al mundo hacia una guerra sin igual hasta entonces.


El Kaiser y sus generales.

El imperialismo europeo y su repercusión.



     La aparición y desarrollo imperialista europeo avivó las tensiones diplomáticas y militares desde 1880. Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica, Portugal, Italia y en menor medida España se repartieron territorios en África, colonizando el 90% del continente negro. Además las potencias europeas, incluída Rusia, también estaban mirando hacia Asia e intentando imponer sus colonias. Para gran parte de estos estados el imperialismo era un nuevo tipo de competencia para incrementar sus riquezas y poder, al fin y al cabo asegurar su supervivencia.




Las potencias europeas repartiendo África en la conferencia de Berlín
(caricatura de la época).
    
     En un intento de acuerdo pacífico se organiza la Conferencia de Berlín (1884-85) para el reparto de los vastos territorios africanos, pero a pesar de todo la carrera por conseguir territorios llegó a enfrentamientos entre potencias, como la crisis de Fachoda entre franceses y británicos (1898) y a la guerra ruso-japonesa (1904-05) que ganó inesperadamente Japón. La Weltpolitik alemana no hacía sino subir la tensión de toda esta carrera europea por incrementar colonias. 

     Al otro lado del atlántico los Estados Unidos de América comenzaban a reclamar su trozo de pastel, pugnando con una agotada y arruinada España por hacerse con los restos de su antiguo imperio . 



La crisis búlgara y el avispero de los Balcanes.

     En 1876 estalla en Bulgaria una sublevación contra el imperio otomano. Los rebeldes estaban apoyados por Serbia, Montenegro y Rusia. La crisis desembocó en una guerra entre Rusia y Turquía (1877-78) y la consiguiente derrota otomana. Bulgaria se erigió en país independiente, Rumanía y Serbia recibieron compensaciones territoriales y los imperios ruso y austro-húngaro se guardaron el derecho de supervisar Bosnia-Herzegovina, hasta entonces territorio otomano. Dichos acuerdos irritaron a Gran Bretaña, que consideraba concedían demasiado poder a Rusia en el corazón de Europa.


Uniformes de la 1ª Guerra de los Balcanes



     Fue cuando el canciller Bismarck, como mediador, propuso organizar en 1878 un congreso en Berlín y firmar un tratado para intentar limitar la influencia rusa. Serbia, Montenegro y Rumanía consiguieron su total independencia, y se acordó poner a Bosnia-Herzegovina bajo control único de la administración austro-húngara. Para que el imperio otomano conservase cierto equilibrio se le concedió los territorios del sur de Bulgaria (la llamada Rumelia), lo que provocó el levantamiento de los nacionalistas eslavos, que pedían reunificarse con el resto de Bulgaria. Rusia aprovechó el pretexto para ocupar ese territorio y aumentar sus posesiones, lo que disgustó a los austro-húngaros que, con el apoyo de Bismarck, lograron que se retirasen de allí las tropas del zar Nicolás II
     Esta crisis búlgara se llevó por delante a Bismarck y su diplomacia de mediación, además de la disolución del tratado de ayuda mútua entre Rusia y Alemania. El canciller fue depuesto en 1890, y el Kaiser Guillermo II endureció la diplomacia y las demandas internacionales de Alemania. 

     La agitación en los Balcanes, lejos de mejorar, se fue agravando poco a poco. Las demandas de las diversas etnias y el creciente nacionalismo afectaban al estado político y militar de los dos imperios que dominaban esa región, el austro-húngaro y el otomano. En 1903 moría asesinado el rey de Serbia Alejandro 1º; su succesor en el trono Pedro 1º era hostil al imperio de los Habsburgo y al otomano, por lo que firmó una alianza militar con Rusia. Tras la anexión austríaca de Bosnia-Herzegovina en 1908, crea y lidera la Liga de los Balcanes (1912), compuesta por Bulgaria, Grecia, Montenegro y la propia Serbia. Immediatamente la Liga declara y gana la guerra a una Turquía en crisis, que venía de ser derrotada en Libia por Italia. Pero entonces Bulgaria considera que sale perdiendo de las compensaciones territoriales, acusa a Serbia de traición y le declara la guerra a su vez en 1913. Como resultado del conflicto los serbios ganan dominios en Macedonia, y Turquía recupera territorios búlgaros perdidos en la guerra de 1912. Serbia incrementa su influencia en la región y su siguiente reivindicación es el territorio de Bosnia-Herzegovina, que considera sagrado, pero que está bajo dominio innegociable de Viena.


Posición serbia en Bregalnica, donde derrotaron al ejército búlgaro (2ª Guerra de los Balcanes).

El sistema de alianzas.


     Las primeras alianzas europeas fueron la Doble Alianza (Austria-Hungría y Alemania, 1879) y la Triple Alianza (los dos anteriores más Italia, 1882). El apoyo alemán al imperio austro-húngaro en las crisis balcánicas provocó la firma de una alianza franco-rusa en 1895. El objetivo de dicha alianza era oponerse a las ambiciones alemanas.

Alegoría de la época de la Triple Alianza.


     Estas alianzas suponen el desarrollo de correspondientes planes militares; el general von Schlieffen expone en 1905 un plan de un ataque rápido que consiga la caída de Francia y a continuación concentrar a la totalidad del ejército alemán en el frente ruso. Por su lado el estado mayor ruso planeaba una rápida invasión de Austria-Hungría.

     La única potencia que quedaba fuera de esas alianzas era Gran Bretaña. Aunque la rivalidad naval alemana, la potencial amenaza de Rusia sobre la Indias británicas, la de Japón en Asia y la de Francia en África obligó al gobierno de Su Majestad romper con su aislamiento. La primera alianza se forjó con Japón en 1902 (lo que animó a los nipones a entrar en guerra contra Rusia). En 1904 se firma la Entente Cordial con Francia, lo que permite superar las diferencias de las dos potencias en África y Asia (no era una alianza militar, en contra de lo que pensaba el Kaiser alemán).



     Una primera crisis enfrenta diplomáticamente a los 2 bloques; en 1905 Guillermo II hace una entrada triunfal en Tánger para apoyar oficialmente al sultán de Marruecos contra la pretensión francesa de instalar un protectorado. En 1906 se organiza una conferencia internacional en la ciudad española de Algeciras, donde Gran Bretaña, Rusia, Estados Unidos e Italia acaban por dar la razón a las posturas francesas, lo que supone un revés diplomático para Alemania.


El Kaiser Guillermo II visita Tánger, provocando una crisis diplomática con Francia.

      La tensión con Rusia y Gran Bretaña se incrementa en 1908 por el apoyo alemán a la anexión de Bosnia-Herzegovina por parte del imperio austro-húgaro.

     En 1911 una nueva crisis en Marruecos está a punto de provocar un conflicto armado. Guiada por su Weltpolitick, Alemania pretendía frenar la expansión de Francia en en norte de África; con la disculpa de unas revueltas populares contra el sultán marroquí envía navíos de guerra a la bahía de Agadir, aludiendo a la ayuda pedida por empresas alemanas. La reacción francesa no se hace esperar, y exige la retirada immediata de los buques armados alemanes; la guerra está a punto de estallar. Solamente unas negociaciones de última hora consiguen evitarlo, en las que Alemania consigue a cambio del desbloqueo la extensión de sus territorios en el Camerún, pero con la evidencia de que su único aliado real (y no demasiado útil) frente a las otras potencias es Austria-Hungría.


"El equilibrio europeo" (caricatura de la época)

La crisis de julio de 1914. El estallido.

     El archiduque Francisco Fernando, heredero del emperador Francisco José en el trono de los Habsburgo, decide realizar una visita a Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina, el 28 de junio. Sus consejeros le suplican que anule la visita, que seguramente indignará a los nacionalistas serbios en una fecha sagrada para su causa. El archiduque rebate el argumento sin conceder importancia a la advertencia.

El archiduque y su esposa salen de la recepción del ayuntamiento de Sarajevo.
    
     Lo que no sabía es que la organización secreta serbia "Mano Negra", liderada por militares, llevaba meses planeando un atentado contra su figura. Inconsciente del peligro, el archiduque dispone la visita por la calles de Sarajevo con su esposa en un coche descapotado. El día no puede comenzar peor: escapa milagrosamente de un primer atentado con bomba, ya que el artefacto rebota contra el automóvil. En lugar de anular el resto de la visita, decide continuar con la recepción en el ayuntamiento; a la vuelta del acto el conductor comete un error metiendo el coche en una calle indebida; era el momento que estaba esperando Gavrilo Princip, nacionalista serbo-bosnio. Dispara su pistola (facilitada por los servicios secretos serbios) contra Francisco Fernando y su esposa Sofía. Los dos morirán de camino al hospital. Es la chispa que incendia el polvorín.

Recreación del atentado mortal de Gavrilo Princip contra los archiduques.

     El conde von Berchtold, ministro de asuntos exteriores del imperio, llevaba tiempo esperando un motivo para someter a Belgrado. Aprovecha el incidente de Sarajevo para la invasión de Serbia; el gobierno alemán incompresiblemente va a apoyar ciegamente a su aliado, sin medir las consecuencias que tendrá el conflicto. El 20 de julio los gobiernos francés, británico y ruso se citan para reforzar su alianza en caso de guerra imminente. El 23 Austria-Hungría envía un ultimátum de 10 puntos a Serbia.

Ultimátum austríaco a Serbia en la prensa.
     

    Forzados por Rusia los serbios aceptan la mayoría de lo puntos y acceden a negociar,  pero Austria-Hungría se niega: aludiendo la no aceptación de los 10 puntos, declara la guerra a Serbia el 28 de julio de 1914. Las alianzas reaccionan en cadena. Rusia decreta la movilización general y el 1 de agosto Alemania le declara la guerra, con la intención de ganar tiempo antes de que las tropas rusas lleguen a la frontera. El 2 de agosto solicita autorización a la neutral Bélgica  para el paso de tropas. Pero no espera respuesta y el día 3 invade territorio belga y también le declara la guerra a Francia.



    
  El día 4, en consecuencia Gran Bretaña entra en guerra contra Alemania. Es el inicio de la Primera Guerra Mundial, que se auguraba de corta duración, y que se alargó durante 4 largos y terribles años. 


      Una guerra que no quería nadie, pero para la que todos se estaban preparando.

Declaracion de guerra de Alemania a Rusia y Francia en la prensa



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